sábado, 27 de septiembre de 2014

Die Zauberflöte

Estoy reventada, pero necesitaba explicar mi experiencia lo antes posible, mientras aún la tengo viva. 
Hoy por fin he estrenado mi classiccard yendo a la Komische Oper Berlin. Ha sido bastante inesperado: no tenía plan para la tarde, se me ha ocurrido mirar el programa en internet y allá que me he ido. 
Según me dijeron, para poder sacar la entrada con la classiccard tiene que ser una hora antes del espectáculo. Empezaba a las 19.30, pero yo ya estaba en la puerta a las 18h porque recordé lo que me explicó mi hermana sobre la ópera de Viena. La taquilla abre una hora antes, pero la gente hace cola antes de que la abran, así que tienes que ir temprando o te quedas sin entradas.
Cuando he llegado solo había una chica, Caroline (sí, he hablado con ella), berlinesa, bailarina profesional. Al menos hemos hecho un poco de "piña" porque cuando faltaban 10 minutos para que abrieran ha llegado un montón de gente de golpe y no era plan de que se nos colaran. 
La mayoría era gente mayor y de punta en blanco. Suerte que me he puesto una camisa, la próxima vez me arreglo más. También había gente con tejanos, pero no sé ya que tienes la excusa para arreglarte...
Finalmente, Caroline y yo hemos  conseguido ser las primeras de la cola y ya me veis con mi entrada a tan solo 10€, más feliz que una perdiz. 


Quedaba una hora para que empezara la función, pero yo estaba impaciente por ver el teatro por dentro. Quiero aclarar que este edificio es el de la ópera cómica, luego está la Staatsoper, la Deutsche Oper y la Deutsche Oper im Schillertheater. Vamos, que no les falta espacio.

Resulta que hasta las 19h no abren las puertas, pero al menos en ese rato pude explorar un poco el edificio. La gente estaba tomando champán mientras esperaban a entrar y a las 19h estaban haciendo una presentación de la ópera o algo así, pero entre que estaba en alemán y que justo vi que abrían las puertas, me fui rápidamente hasta mi asiento. Temía tenerlo en la punta más alejada del escenario, pero ¡¡guau!! en el primer piso, primera fila, así que todo el escenario enfrente y podía ver además a media orquesta. 


De la ópera qué voy a decir, absolutamente perfecta.
El montaje es super original y no te aburres en todo el rato. 
El escenario consta solo de una gran pantalla con varios niveles de puertas por donde aparecen y desaparecen los cantantes. Toda la decoración son las animaciones que se van proyectando en la pantalla. Este es el tráiler, para que os hagáis una idea:


Realmente hay ideas muy buenas que te hacen reír cada dos por tres. 
La gracia también está en que la estética es como de los años 20. Los cantantes van todos maquillados y vestidos como si estuvieran en una película muda y las partes habladas son exactamente así, solo con un piano y lo que dicen aparece en pantalla, no hablan. 
Me han encantado las 3 damas. Me partía de risa con ellas.  
Papageno iba siempre acompañado de un gato negro (en pantalla, no de verdad, claro) que le añadía momentos muy graciosos. Mientras que Monostatos lleva un perro fiero. Por cierto Monostatos me recuerda a un personaje de ciencia ficción, si alguien recuerda cual que me lo diga porque estoy intrigada.
Aunque quizás lo más espectacular es la caracterización de la Reina de la Noche como una araña gigantesca.


Todo el reino de Sarastro también tiene su diseño propio. Es todo en blanco y negro con un montón de mecanismos. Sus sirvientes son animales mecánicos. Hay momentos que incluso me han recordado mucho a Metrópolis.
La flauta mágica es un hada, los niños que ayudan a Tamino y Papageno son mariposas y las campanitas de Papageno tienen piernas de mujer.  
Ha sido muy divertido, ya casi al final de todo, cuando Papageno quiere suicidarse porque no encuentra a Papagena, sin querer explota una bomba, porque justo llega Papagena y se le olvida de que la había encendido. La bomba estalla (los percusionistas aqui se llevan el mérito) e immediatamente cuando reaparecen Papageno y Papagena para cantar su aria están los dos con la ropa y el pelo chamuscado, llevándose una carcajada del público. 
Musicalmente no tengo nada malo que decir. La reina de la noche ha estado brillante, pero también todo el resto. Pamina me ha encantado. La flautista (la veía muy bien) ha estado brillante en todos los solos.
Al acabar hemos aplaudido durante varios minutos, medio teatro se ha puesto en pie. Ha sido muy emocionante.
Y como colofón, al salir te regalaban un bombón metido en una cajita.

Así que después de esta maravillosa experiencia ya estoy deseando volver. De momento he visto que están programadas Tosca, El barbero de Sevilla, Don Giovanni... y West Side Story que también me haría mucha ilusión verlo. Os mantendré informados ;)

Tschuss!!


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