Pero vayamos a lo que importa. El East Side Gallery es un trozo muy largo de muro que han dejado en pie y que está decorado con murales. Aunque estaba medio lloviendo, me encantó el paseo. Creo que voy a hacerlo cada vez que esté estresada. Simplemente tengo que bajarme a la parada siguiente y volver andando hasta casa siguiendo el recorrido del muro y el río, lo que me lleva unos 20
minutos. Es genial.
Aquí os dejo algunos ejemplos:
Lo que no me gusta es que hay muchísimas pintadas encima de los murales en plan "fulanito estuvo aquí" o "menganita te quiero" y algunas de las pinturas ya ni se pueden leer.
Como anécdota: cuando estaba haciendo fotos se paró un autocar y se bajaron un montón de jubilados catalanes. "Nena, però fica't aquí que et faci una foto... si, dona, amb el mur..." etc. Yo aguantándome la risa, os lo podéis imaginar.
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