sábado, 11 de octubre de 2014

East Side Gallery

El martes fue un día horrible, estoy harta de la burocracia alemana. No me pasó nada, no os asustéis, pero tenía que hacer demasiadas cosas y me puse muy nerviosa (al menos pude arreglarlo todo). Así que para hacer balance, lo mejor del día fue mi visita a East Side Gallery. Al final la hice sola porque tuve un drama con el móvil (lo arreglé TODO hablando en alemán con la señorita de la compañía telefónica, que ya es decir) y por eso no me pude encontrar con las chicas con las que había quedado. El tren se paró por no sé qué historias (¿sabéis esos días en los que todo sale mal y no sabéis por qué?) y llegué tardísimo y ya se habían ido porque tampoco podían contactar conmigo. La gracia del asunto es que solo era una parada desde mi casa y justo pillé el tren que pararon. Qué bien.

Pero vayamos a lo que importa. El East Side Gallery es un trozo muy largo de muro que han dejado en pie y que está decorado con murales. Aunque estaba medio lloviendo, me encantó el paseo. Creo que voy a hacerlo cada vez que esté estresada. Simplemente tengo que bajarme a la parada siguiente y volver andando hasta casa siguiendo el recorrido del muro y el río, lo que me lleva unos 20
minutos. Es genial.

Aquí os dejo algunos ejemplos:



Lo que no me gusta es que hay muchísimas pintadas encima de los murales en plan "fulanito estuvo aquí" o "menganita te quiero" y algunas de las pinturas ya ni se pueden leer. 

Como anécdota: cuando estaba haciendo fotos se paró un autocar y se bajaron un montón de jubilados catalanes. "Nena, però fica't aquí que et faci una foto... si, dona, amb el mur..." etc. Yo aguantándome la risa, os lo podéis imaginar. 

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